Por qué este blog

Cuando estábamos estudiando la carrera, mi hermana, que estudiaba Medicina, tenía un término para referise a la ropa que nos poníamos cuando nos tocaba quedarnos encerradas en casa sin salir, clavando los codos antes de los exámenes -ella más que yo, sin duda-. Solía decir: "hoy nos toca ponernos bragas de sábado". Y es que aprovechando que no íbamos a pisar la calle, nos poníamos la ropa interior más vieja, deformada por el uso, que en aquellos tiempos previos a la ropa low cost todavía se seguía usando. ¿Os acordáis de lo incómodas que eran aquellas bragotas descomunales de algodón blanco?  
Con este confinamiento forzoso, en el que tardaremos varias semanas en volver a salir a la calle con normalidad y muchos días en retomar la vida social, no he podido evitar acordarme de aquellas bragas de sábado y por eso he decidido llamar así a este blog que acabo de abrir para ir contando nuestro día a día enclaustrados. Todas las revistas de moda y demás gurús de las tendencias y el lifestyle están haciendo un llamamiento a que uno se vista decentemente para estar en casa, a que nos apeemos del pijama aunque no tengamos teleconferencias y no nos vaya a ver nadie ajeno a la familia. Por pura dignidad.
Vestirse es una manera de respetarse a sí mismo, y también, en cierto modo, de estructurar el tiempo. Cambiarse de ropa al levantarse es una forma de prepararse física y mentalmente para afrontar el día, de dar comienzo a otra fase diferente, igual que ponerse el pijama por la noche propicia la relajación y el descanso. Son rutinas a las que normalmente, en circunstancias normales -hace tan sólo seis días,  por dios, nunca nuestras cómodas y apacibles vidas occidentales cambiaron tanto en tan poco tiempo-, no hacemos caso, porque las realizamos por inercia, pensando en otra cosa, poseidos por ese ritmo endiablado de una existencia que de repente se ha parado de golpe. Pero ahora esas rutinas adquieren una importancia vital para permitirnos afrontar la excepcionalidad de este encierro domiciliario. Así que quitémenos las bragas de sábado, no digo que nos vayamos a vestir para irnos de fiesta, o bien pensado por qué no, como hace la protagonista de un video que se ha hecho viral en esa Italia que nos lleva una semana de ventaja en el confinamiento: una chica joven que se pone el abrigo, se maquilla y se perfuma. "Dónde vas, Ale?", le pregunta su madre.  "A dar una vuelta a la cocina", responde ella, aferrada al bolso.
Mañana más. Ánimo. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Elogio de la lentitud

El día de la liberación de los niños

Diario del confinamiento